El vino da brillantez a las campiñas, exalta los corazones, enciende las pupilas y enseña a los pies la danza (José Ortega y Gasset)
Lo bueno del vino es que durante dos horas los problemas son de otros (Pedro Ruiz)
Si quieres vivir mucho, guarda un poco de vino rancio y un amigo viejo (Pitágoras)
Si bien la penicilina cura a los hombres, el vino los hace felices (Alexander Fleming)
Vino, enséñame el arte de ver mi propia historia/ como si ésta fuera ya ceniza en la memoria (Jorge Luis Borges)
El vino, cuando se bebe con inspiración sincera, sólo puede compararse al beso de una doncella (Nicanor Parra)
Si los amantes del vino y del amor se van al infierno, vacío debe estar el paraíso (Omar Khayyam)
La comida es la parte material de la alimentación; el vino, la parte espiritual (Alejandro Dumas)
Me gusta el vino porque el vino es bueno/ pero cuando el agua brota/ pura y cristalina de la madre tierra/ ¡más me gusta el vino! (Tito Fernández)
El que al mundo vino y no toma vino, ¿a qué vino? (Bernardo Piuma)
Oh, botella sin vino! ¡Oh, vino que enviudó de esta botella! (César Vallejo)
El amor es como el vino: a unos reconforta y a otros destroza (Stefan Zweig)
El vino es la más sana e higiénica de las bebidas (Luis Pasteur)
El vino hace la vida más fácil y llevadera, con menos tensiones y más tolerancia (Benjamin Franklin)
Un vaso de vino vale más que todas las riquezas de la tierra (Gustav Mahler)
Un pueblo que no bebe su vino tiene un grave problema de identidad (Manuel Vázquez Montalbán)
El vino es la cosa más civilizada del mundo (Ernest Hemingway)
Una mujer y un vaso de vino curan todo mal, y el que no bebe y no besa está peor que muerto (Johan Wolfgang von Goethe)
Donde no hay vino no hay amor (Eurípides)
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